Sofocos en la Menopausia, cómo evitarlos

Un tema que nos preocupa a muchas mujeres es ese súbito calor que nos entra, ya sea por el día o por la noche, que nos da la sensación de estar ardiendo por dentro. A eso se le conoce como Sofocos en la Menopausia y en la Perimenopausia y son uno de los síntomas más comunes. Tanto ,que dos tercios de las mujeres solemos presentarlos.

¿Pero cómo sabemos que estamos teniendo sofocos? Es muy sencillo, existen una serie de síntomas comunes, que voy a detallarte, para que sepas qué te sucede.

Diferencias entre Sofocos y Sudores Nocturnos

Los sofocos en la Menopausia, como te he comentado, son uno de los síntomas más comunes tanto de esta etapa como de la Perimenopausia. Incluso llegan a afectar a mujeres que se han visto obligadas a comenzar una Menopausia precoz a causa de un quimioterapia o histerectomía.

Pero ¿qué son los sofocos? Se trata de una repentina oleada de calor, que a veces, nos deja la cara completamente enrojecida y sudorosa. No se sabe a ciencia cierta cuál es el motivo exacto que los causa, pero se cree que pueden estar relacionados con los cambios en la circulación sanguínea.

Los sofocos aparecen cuando los vasos sanguíneos que están cerca de la superficie de la piel, se ensanchan para poder enfriarse. Por eso sudamos. Incluso, hay mujeres que notan como se les acelera el corazón o tienen escalofríos rápidamente.

Se está investigando la relación entre los sofocos en la Menopausia y Perimenopausia y la fluctuación en los niveles de estrógenos y progesterona. Es probable que la reducción de los niveles de estrógenos altere el funcionamiento normal del centro termorregulador del cuerpo femenino ( situado en el Hipotálamo).

Por lo visto, el mal funcionamiento del centro termorregulador provoca que la temperatura del cuerpo aumente. Y, para intentar disminuirla, el organismo provoca la vasodilatación que te he comentado. Esto se manifiesta con un aumento de la temperatura de la piel que provoca enrojecimiento y sudor.

Cuando estos «calores» tienen suceso por la noche, se llaman SUDORES NOCTURNOS. Este sofoco hace que nos despertemos encharcadas en sudor y dificultan un descanso adecuado.

Cuando ocurren mientras duermes , se llaman sudores nocturnos . Pueden despertarlo y dificultar que descanse lo suficiente.

Los sofocos pueden estar acompañados de: 

  • Latido rápido del corazón
  • Sudor
  • Náuseas
  • Mareo
  • Ansiedad
  • Dolor de cabeza
  • Debilidad
  • Sensación de sofocación seguida de escalofríos

Resumen: Un sofoco se produce más en las zonas de rostro y cuello. Por otra parte, los sudores nocturnos, pueden darse en todo el cuerpo. Te despiertas completamente sudando.

¿Cuánto tiempo notarás sofocos en la Menopausia y Perimenopausia?

Eso depende de cada mujer y de cada organismo. Aproximadamente 2 de cada 10 mujeres nunca sufren sofocos. Otras tienen sofocos durante un período muy corto de tiempo. Pero otras pueden llegar a sufrirlos durante 11 años o más. Sin embargo, por promedio, las mujeres sufrimos sofocos o sudores nocturnos durante aproximadamente unos 7 años.

Prevenir los Sofocos en la Menopausia y Perimenopausia

Lo siento amiga, de momento no hay nada para eliminar completamente los Sofocos en esta etapa. Pero sí que puedes intentar evitar lo máximo posible los desencadenantes que pueden convertirlos en más severos o más frecuentes. Huye de:

Mindfulness en la Menopausia
  • Estrés
  • Cafeína
  • Alcohol
  • Comida picante
  • Ropa ajustada
  • Calor
  • Tabaco

Hay ciertos trucos que puedes usar para aliviarlos. Como es el caso de usar por la noche una almohada fría que te ayudará a aliviar ese calor extremo. Puedes usar ventiladores durante el día. La ropa ligera y holgada hecha con fibras naturales como el algodón te ayudará mucho.

Ya te he comentado en el artículo que escribí sobre la Ansiedad en la Perimenopausia que la respiración te puede ayudar mucho.

En este caso, realizar una respiración abdominal profunda y lenta (de 6 a 8 respiraciones por minuto) te ayudará a combatir el nerviosismo que te entra cuando aparecen los sofocos. Prueba a practicar la respiración profunda durante 15 minutos por la mañana, 15 minutos por la tarde y cuando comience un sofoco.

Procura realizar ejercicio a diario. No hace falta que te mates a trabajar. Puedes realizar una caminata de media hora, nadar, montar en bicicleta, bailar, etc.

Alimentos y Suplementos Naturales para evitar o paliar los sofocos en la Menopausia y Perimenopausia

Para reducir estos molestos síntomas puedes recurrir a los fitoestrógenos naturales (similares a los estrógenos femeninos) que se encuentran en el lino, las legumbres, el sésamo o el kuzu.

Existen unos alimentos con grasas saludables como los frutos secos (especialmente nueces) o el aguacate. Son alimentos saciantes y que regulan el sistema endocrino.

Pero hay una serie de alimentos que te van a ayudar mucho a combatir los molestos sofocos o sudores nocturnos.

Pero antes de comenzar a hablarte sobre ellos, debes tener en cuenta de que, antes de añadir un producto nuevo a tu dieta, es preferible que se lo comentes a tu médico. Porque aunque son alimentos naturales, pueden incidir de manera negativa con algún medicamento que tomes o con la presión arterial.

1 . Jengibre – Este es un ingrediente natural que ayuda a aliviar algunos síntomas de la menopausia. Deberíamos consumirlo a cualquier edad porque tiene múltiples beneficios:

  • Aumenta la líbido de forma natural.
  • Ayuda a bajar de peso (acelera el metabolismo y te dejará saciada por unas horas)
  • Ayuda con problemas digestivos (alivia en diarrea, úlceras y gases)
  • Elimina o palia los sofocos y sudores nocturnos.

Te recuerdo que el Jengibre es una raíz picante, por lo que te sugiero diferentes formas de consumirlo:

  • En infusión después de las comidas principales.
  • En cápsulas. Se recomienda ingerir de una a tres cápsulas al día.
  • Rayando la raíz natural que puedes encontrar en herboristerías y supermercados y añadiéndola a tus platos.
  • En polvo. Así es como lo tomo yo. Me hago una infusión (suele ser digestiva) y le añado un poquito de polvo de jengibre. Y por las mañanas se lo añado a la leche… Eso ya es cuestión de gustos 🙂

2 . Semillas de lino – Como te he comentado antes, las semillas de lino contienen fitoestrógenos naturales. Al ser ricas en Lignanos, ayudan a mantener algo más estable la actividad estrogénica. Por lo que alivian en la mayoría de síntomas que producen las fluctuaciones de las hormonas en esta etapa. Consume un par de cucharadas al día. Yo las añado al yogur y a las ensaladas, pero también a los platos calientes.

3 . Guisantes – Contienen también fitoestrógenos naturales conocidos como Coumesteranos. Esta pequeña legumbre fresca, te ayuda también a mantener la flora intestinal. Además, los guisantes, son ricos en proteínas (una gran aliada en la formación de los huesos). Puedes tomarlos dos veces por semana, ya sea como plato principal o como guarnición.

4 . Raíz de regaliz – (Cuidado si tienes la tensión alta) Yo la suelo tomar en infusión. Si se toma de manera habitual ayuda con la formación se serotonina en el intestino.

5 . Alfalfa – Tú que pensabas que solo la comían los animales de granja… Pues no, la alfalfa es rica también en fitoestrógenos naturales. Debes tomarla germinada, y añadirás a tus platos muchos encimas y hierro.  

6 . Nueces pecanas – Junto con las nueces y los frutos secos, ayudan a fabricar serotonina en el intestino, porque son ricas en triptófano (su carencia en el organismo puede contribuir negativamente a cuadros de ansiedad, insomnio y estrés) y en grasas saludables. Solo tienes que añadir a tu alimentación tres nueces pecanas al día.

7 . Semillas de girasol – Estupendas para la salud femenina porque son ricas en aminoácidos básicos. Que te ayudarán a evitar la pérdida de masa muscular y de tejido óseo. Puedes tomarlas al natural, tostadas o remojadas. Lo ideal es tomar entre una y dos cucharadas al día. Puedes añadirlas a tus ensaladas u otras recetas calientes.

8 . Plátanos verdes – Como son ricos en almidón resistente, el intestino no lo absorbe. Por lo que las bacterias buenas que habitan en el colon lo utilizan para alimentarse. Contienen también triptófano. No hace falta que lo comas cada día, con uno cada dos o tres días tienes suficiente.

9 . Lúpulo – Es una de estas plantas que tiene quizás más beneficios frente a la perimenopausia y menopausia, porque tiene un elevado contenido en fitoestrógenos naturales. El lúpulo es capaz de actuar que en forma de terapia hormonal sustitutiva intentando recuperar la carencia de estrógenos de esta etapa.

El principal fitoestrógeno del lúpulo se llama isoflavona 8-prenil-naringenina (8PN). este fitoestrógeno está considerado como el más potente del planeta. Debido a sus propiedades estrogénicas posee efectos beneficiosos en el tratamiento de los síntomas de la perimenopausia y menopausia, especialmente los sofocos y sudores nocturnos. Pero también ayuda en el tratamiento de otros trastornos asociados a esta etapa como pueden ser la ansiedad, la baja líbido, la depresión, los trastornos del sueño y el aumento de peso.

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41 comentarios en «Sofocos en la Menopausia, cómo evitarlos»

  1. Muchas gracias por la información.
    Hoy he hido al ginecólogo y me ha mandado Flavia.
    Pero veo que lo puedo sustituir por alimentos y frutas y raíces. Qué al final me beneficiarán más por lo que entiendo. Si no es así me lo podrías decir. Mil gracias un saludo

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    • Muchas gracias a ti Paula, Flavia se compone de isoflavonas de soja, calcio, vitamina D y Vitaminas B6, B9 y B12.

      El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso la llaman la vitamina del sol, es decir, si tienes la suerte de vivir en una población en la que a menudo sale el sol, con que des paseos (siempre con protección para no quemarte), la vitamina D es absorbida por tu organismo.

      Las isoflavonas de soja, eso ya depende de ti, es un tema bastante controvertido… En este artículo hablo de los pros y contras de estos fitoestrógenos:https://informacion-menopausia.com/es-bueno-tomar-isoflavonas-de-soja-en-la-perimenopausia/
      La vitamina B6(Piridoxina) se encuentra en el hígado, el pollo, la carne de cerdo, el pescado (las sardinas son las que más tienen), los plátanos, las patatas, las alubias secas, los productos de grano integral y muchas otras frutas y verduras.
      La vitamina B12 (Cobalamina), conocida como la «vitamina de la energía». Se encuentra en el hígado vacuno y las almejas, leche fresca pasteurizada, caballa y salmón, moluscos, carne de ave, ternera y cordero, huevos (sobre todo la yema) y el queso brie.
      La vitamina B9 es lo que conocemos como ácido fólico. La rúcula, las espinacas, la endibia, la lechuga, los berros, las acelgas o la col, son algunos de los alimentos más ricos en ácido fólico.Pero también hay en Las judías, los garbanzos, la soja y los guisantes, el brécol, las coles de Bruselas, el espárrago, el puerro o la alcachofa, el aguacate, la naranja, el plátano y el melón. La castaña, la nuez, la avellana y la almendra también aportan cantidades considerables de ácido fólico.

      Como ves, depende de si incluyes en tu dieta diaria este tipo de alimentos o no, y también de lo que haya comentado tu médico si te ha realizado alguna analítica…

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