Depresión en la Perimenopausia, la montaña rusa de las emociones

La Perimenopausia es la transición que atravesamos las mujeres antes de llegar a la Menopausia. De todo esto ya te he hablado en el artículo «Diferencias entre premenopausia, perimenopausia y menopausia«. Y, aunque ya sabes que muchas somos las que pasamos por diferentes síntomas como irregularidades menstruales, insomnio, sofocos, etc, hay un tema que influye muchísimo en nuestras emociones. Me refiero a la Depresión en la Perimenopausia.

Existen diferentes estudios que han relacionado la Perimenopausia con la Depresión, así como el empeoramiento de los síntomas depresivos existentes.

En un par de estudios de principios de la década de 2000, los investigadores encontraron que las mujeres que se encontraban en la Perimenopausia tenían el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión que aquellas que aún no habían entrado en esta transición hormonal.

Los estudios también encontraron que las mujeres perimenopáusicas tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar síntomas depresivos que las mujeres que no habían pasado por la perimenopausia. Y, como dato curioso, aquellas mujeres con mayor frecuencia de sofocos informaron que sus síntomas depresivos eran más fuertes.

Otras muchas investigaciones que se han ido realizando con el paso de los años, también han reforzado esta conexión entre Perimenopausia y Depresión. ¿Pero cómo saber que sufres de Depresión en la Perimenopausia?

Síntomas de la Depresión en la Perimenopausia

La depresión es una afección seria que se puede manejar con tratamiento. Da lo mismo si la experimentas durante la Perimenopausia o en cualquier otro momento de tu vida, los síntomas que puedes notar son:

  • Cansancio y falta de energía
  • Función cognitiva ralentizada
  • Falta de atención
  • Falta de interés en actividades que alguna vez fueron agradables
  • Sentimientos de inutilidad, desesperanza o impotencia

Otros síntomas relacionados con la depresión perimenopáusica pueden incluir:

  • Cambios de humor
  • Irritabilidad
  • Llorar sin motivo
  • Ansiedad aumentada
  • Profunda desesperación
  • Problemas de sueño relacionados con sofocos o sudores nocturnos

Factores de riesgo de la Depresión en la Perimenopausia

Existen investigaciones que han demostrado que los niveles oscilantes de la hormona femenina estradiol son un factor que muestra depresión. Pero también, existen otros factores que pueden explicar la Depresión en la Perimenopausia.

Un estudio del año 2010 mostró que las mujeres en la Perimenopausia, que no tenían antecedentes de depresión, poseían entre dos y cuatro veces más de posibilidades de desarrollar una depresión, que las mujeres durante la Premenopausia.

Los sofocos y su impacto en el sueño, también estuvieron muy relacionados.

Existen otros factores que se han relacionado con la Depresión en la Perimenopausia:

Cómo Aliviar los Picores en la Menopausia
  • Antecedentes familiares de depresión
  • Sentimientos negativos sobre el envejecimiento y la Menopausia
  • Síntomas menopáusicos severos
  • Un estilo de vida sedentario
  • Fumar
  • Aislamiento social
  • Baja autoestima
  • Decepción por no poder tener más hijos (o hijos)


Cambios de humor debido a las oscilaciones de las hormonas

Muchas mujeres experimentamos cambios de humor durante la Perimenopausia que pueden estar relacionados con los niveles hormonales fluctuantes.

Cuando los niveles de estrógeno suben y bajan sin parar, los niveles de serotonina y noradrenalina que se encuentran en el cerebro se ven afectados.

La serotonina, la noradrenalina y la dopamina son sustancias químicas que funcionan en el cerebro y que desempeñan un papel muy importante en nuestro estado de ánimo. Pueden hacernos sentir felices al reducir la ansiedad y mejorar el sueño, entre otras cosas. Por regla general, cuando nos encontramos en un estado de calma y bienestar es porque estas hormonas se encuentran equilibradas. Si estas no se equilibran pueden dar como resultado los cambios de humor que podrían conducir a la depresión.

Remedios Caseros para tratar la Depresión en la Perimenopausia

1. Hacer ejercicio regularmente – El ejercicio puede ayudarnos a liberar serotonina y endorfinas en el cuerpo. Si estas hormonas aumentan, se reduce la depresión, e igualmente previenen la depresión antes de que comience.

2. Tener unos buenos hábitos de sueño – Irse a dormir a la misma hora todas las noches, en una habitación tranquila, oscura y fresca. Y evitar el uso de aparatos electrónicos en la cama harán que tengas unos buenos hábitos que te ayudarán.

3. Respiración consciente – Saber respirar adecuadamente, te puede ayudar a reducir la ansiedad. Presta atención a la respuesta de tu cuerpo a la relajación natural a medida que respiras lentamente, desde el abdomen, y luego exhala. Si realizar esto durante 15 minutos al día te ayudará a reducir tus niveles de estrés.

4. Valeriana – Se ha demostrado que esta planta ayuda con la Depresión en la Perimenopausia. Al tomar valeriana puedes notar cómo se reducen los sofocos y te ayudarán a dormir mejor.

5. Vitaminas del grupo B – Aunque ya te he hablado en alguna ocasión de estas vitaminas, no quiero obviarlas, porque son muy importantes. Las vitaminas del grupo B son vitales para el bienestar emocional de las mujeres durante esta etapa.

Antes de tomar cualquier tipo de complemento de este tipo de vitaminas es mejor que lo consultes con tu médico, porque es posible que, con una analítica, te pueda asesorar mucho mejor.

B-1 (Tiamina) – Es un caballo de batalla vitamínico. El cuerpo necesita tiamina para producir adenosina trifosfato (ATP). Una molécula que transporta energía dentro de las células. Una deficiencia de tiamina puede afectar muchas funciones diferentes de su cuerpo, incluidas las del sistema nervioso, corazón y cerebro.

Puedes encontrar tiamina en:

  • Cerdo
  • Aves de corral
  • Guisantes
  • Nueces
  • Soja
  • Cereales de grano entero
  • Legumbres
  • Arroz
  • Levadura

Pero cuidado con algunos alimentos y prácticas dietéticas que pueden anular el uso de tiamina por parte del cuerpo y provocar deficiencia. Éstos son:

  • Beber mucho café o té, incluso descafeinado
  • Masticar hojas de té y nueces de betel
  • Comer regularmente pescado crudo y mariscos

B-3 (Niacina) – El niacina puede ayudar a reducir el colesterol, aliviar la artritis y mejorar la función cerebral, entre otros beneficios. Sin embargo, también puede causar efectos secundarios graves si tomas grandes dosis.

El niacina coopera para convertir los alimentos en energía al ayudar a las enzimas. Desempeña un papel en la señalización celular y en la fabricación y reparación del ADN, además de actuar como antioxidante.

Algunos de los síntomas de la deficiencia de niacina son pérdida de memoria y confusión mental, fatiga, depresión, dolor de cabeza, diarrea o problemas de la piel.

El niacina se encuentra en una variedad de alimentos, pero especialmente en carne, pollo, pescado, nueces y legumbres.

B-5 (Acido Pantoténico) – Es necesaria para producir células sanguíneas y ayuda a convertir los alimentos que comemos en energía. Normalmente los síntomas de una deficiencia de B5 incluyen:

  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Irritabilidad
  • Coordinación muscular deteriorada
  • Problemas gastrointestinales

La vitamina B5 es una vitamina fácil de incorporar en una buena dieta. Se encuentra en la mayoría de las verduras, incluyendo:

  • Brócoli
  • Verduras de la familia del repollo
  • Batatas blancas y dulces
  • Cereales de grano entero
  • Setas
  • Nueces
  • Legumbres
  • Guisantes
  • Carnes
  • Aves de corral
  • Productos lácteos
  • Huevos

Vitamina B-6 (Piridoxina) – Ayuda a reducir el estrés y mantener una buena salud general. Se puede encontrar en:

  • Leche
  • Queso
  • Salmón
  • Atún
  • Huevos
  • Hígado de pollo
  • Carne de vacuno
  • Zanahorias
  • Espinacas
  • Batata
  • Guisantes
  • Plátanos
  • Garbanzos
  • Cereales
  • Aguacate

B-9 (Acido Fólico) – Son 15 los alimentos ricos en ácido fólico:

  • Legumbres
  • Espárragos
  • Huevos
  • Verduras de hoja verde
  • Remolacha
  • Frutas cítricas
  • Coles de Bruselas
  • Brócoli
  • Nueces y otros frutos secos
  • Hígado de vacuno
  • Germen de trigo
  • Papaya
  • Plátanos
  • Aguacate
  • Cereales

Vitamina B-12 (Cobalamina) – Es un nutriente esencial que el cuerpo no puede producir por sí solo, por lo que hay que obtenerlo de la dieta o suplementos. Es necesaria para mantener los nervios sanos y apoyar la producción de ADN y glóbulos rojos, así como para mantener la función cerebral normal.

Los alimentos ricos en Cobalamina son:

  • Hígado y riñones animales (especialmente de cordero)
  • Almejas
  • Sardinas
  • Carne de vacuno
  • Cereales
  • Atún
  • Levadura
  • Trucha
  • Salmón
  • Leches vegetales fortificadas (ricas en B-12)
  • Leche y productos lácteos
  • Huevos

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