Es posible que si has acudido recientemente al ginecólogo, te haya diagnosticado con las siglas IOP (Insuficiencia Ovárica Primaria).
Y es que el término menopausia precoz ha sido sustituido por el de Insuficiencia Ovárica Primaria.
La insuficiencia ovárica prematura (IOP), también conocida como insuficiencia ovárica prematura, ocurre cuando los ovarios de una mujer se quedan sin óvulos antes de los 40 años.
A diferencia de la menopausia, que generalmente ocurre alrededor de la edad promedio de 52 años, la IOP puede ocurrir mucho antes.
Es posible que los ovarios no fallen por completo y la función ovárica puede fluctuar con el tiempo, lo que podría provocar períodos irregulares, ovulación o incluso embarazo varios años después. Es esencial reconocer el impacto de la IOP en la salud y el bienestar de la mujer, ya que puede afectar significativamente la calidad de vida física y emocional y la salud a largo plazo, incluida la salud ósea, la salud del corazón y la salud del cerebro.
Formación y agotamiento de los óvulos
Para que entiendas el significado de IOP, debes saber que las mujeres, antes de nacer, concretamente durante la semana 20 de la gestación, contamos en nuestros ovarios con aproximadamente 6-7 millones de ovogonias (que son, ni más ni menos, que las células que generan los óvulos).
Antes de nacer, las ovogonias se reducen considerablemente ( es decir, que existe una muerta celular). Y durante nuestra pubertad, nos quedan unos 300.000 óvulos, que se irán liberando durante cada ciclo menstrual, poco a poco, durante toda nuestra vida reproductiva. En un principio, las mujeres nacemos con los óvulos suficientes para ir liberándolos hasta los 50 años aproximadamente.
Se agota la reserva ovárica
Si la menstruación deja de aparecer, debido a que se han agotado los óvulos, antes de los 40 años, o si los folículos ováricos no responden en un tratamiento de reproducción asistida, se considera que existe una Insuficiencia Ovárica Prematura (IOP).
Si a ti te ha sucedido, debes saber que este problema afecta a una de cada 100 mujeres de 40 años. Pero también a una de cada 1000 mujeres menores de 30 años.
Qué puede causar la IOP
Por regla general, se desconoce la cusa de la IOP. Pero existen diferentes factores que pueden «ayudar» a que se dé esta condición:
- Defectos cromosómicos, como el Síndrome del X frágil, el Síndrome de Turner y otras alteraciones genéticas.
- Exposición a agentes tóxicos, incluyendo quimioterapia y radioterapia.
- Defectos enzimáticos o metabólicos, como la galactosemia y la hemocromatosis.
- Enfermedades autoinmunes, como el hipotiroidismo.
Además, las cirugías ováricas y las infecciones por virus como el Herpes Zóster o el citomegalovirus pueden causar IOP. También existen factores de riesgo adicionales:
- Edad: el riesgo de IOP aumenta entre los 35 y 40 años, aunque también puede presentarse en mujeres más jóvenes.
- Antecedentes familiares: tener familiares con IOP incrementa el riesgo.
- Enfermedades que requieren cirugía, como la endometriosis.
Qué síntomas pueden darse con la IOP
Los síntomas de la IOP son similares a los de la menopausia, debido a los bajos niveles de estrógenos. El síntoma más evidente es la ausencia de menstruación (amenorrea), que suele ser la principal razón para buscar ayuda médica. Otros síntomas incluyen:
- Menstruaciones irregulares o ausencia de ellas.
- Sudores nocturnos.
- Sequedad vaginal.
- Sofocos.
- Trastornos del sueño e insomnio.
- Irritabilidad.
- Falta de deseo sexual.
- Dificultad de concentración.
- Problemas de fertilidad.
Es importante destacar que estos síntomas pueden deberse a otras condiciones médicas, por lo que es crucial consultar a un especialista para un diagnóstico adecuado.
Consecuencias de padecer IOP
Además de los síntomas mencionados, la IOP puede tener consecuencias a largo plazo para nuestra salud, como:
- Ansiedad y depresión debido a la pérdida inesperada de la función ovárica.
- Síndrome del ojo seco.
- Cardiopatías, ya que los bajos niveles de estrógenos afectan las arterias y aumentan el riesgo de ataques cardíacos.
- Osteoporosis, que aumenta la probabilidad de fracturas óseas debido a la disminución de la densidad ósea.
Diagnóstico de la IOP
La ausencia de menstruación o periodos irregulares es el primer signo de alarma. Para determinar la causa, se recomienda una visita ginecológica. El diagnóstico se confirma con análisis de las hormonas FSH y estradiol, repitiendo las pruebas para verificar los resultados. Si no se identifica una causa aparente, se puede realizar un análisis de cariotipo para detectar alteraciones cromosómicas.
Tratamiento de la IOP
El tratamiento de la IOP debe ser multidisciplinar y puede incluir terapia hormonal sustitutiva con estrógenos y progesterona para aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir la osteoporosis. Además, se recomienda una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, ejercicio regular y control del peso.
Fuente: Reproducción Asistida ORG – Revista especializada en FIV y embarazo (reproduccionasistida.org)
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