La histerectomía es un procedimiento quirúrgico común que implica la extirpación del útero. En el artículo “Tipos de Histerectomías” ya te he explicado exhaustivamente cada procedimiento quirúrgico. Por lo que no voy a entrar más en profundidad ahora mismo. Pero de lo que sí quiero hablar es de lo que viene después…
En algunos casos, esta cirugía puede llevar a la Menopausia Quirúrgica, debido a que durante la histerectomía se extirpa total o parcialmente el útero, y en algunos casos también se pueden quitar las trompas de Falopio y los ovarios.
Menopausia Quirúrgica: Efectos y Consideraciones
Cuando una mujer se somete a una histerectomía que incluye la extirpación de ambos ovarios, entra en menopausia quirúrgica de forma inmediata. Esto se debe a que los ovarios son responsables de producir hormonas clave como estrógenos y progesterona, cuya ausencia repentina puede desencadenar síntomas menopáusicos intensos.
Es importante que tengas en cuenta que esta menopausia puede provocar efectos secundarios significativos, como sofocos, cambios de humor, sequedad vaginal, aumento del riesgo de osteoporosis y enfermedades cardíacas, entre otros.
Mi experiencia con la Menopausia Quirúrgica
Hace 5 meses y medio que me operaron. Me realizaron una histerectomía total. Fue una intervención quirúrgica a la aventura, puesto que ninguna de las pruebas que me realizaron indicaba con exactitud qué es lo que me pasaba…
Una vez en la operación, los cirujanos comprobaron que tenía quistes de endometriosis (endometriomas) en los ovarios, y en el útero encontraron células pre cancerígenas, por lo que decidieron que había que eliminar todo el sistema reproductivo, incluido cuello del útero.
En mi caso, me realizaron una histerectomía abdominal (la incisión es como una cesárea, un poco más grande, pero no tiene mucha diferencia). Esto conlleva un mayor tiempo de recuperación que otras cirugías menos invasivas.
Ya sin contar el proceso de cicatrización, el hecho de que tienes que pasar mucho tiempo durmiendo boca arriba, el dolor, etc, lo peor es que al mes de la operación llegó, de repente, y sin avisar la Menopausia.
¿Qué es lo que estoy viviendo desde entonces? Sofocos diurnos de vez en cuando, y sudores nocturnos extremos que no me dejan dormir (literalmente ardo, es como si me estuvieran quemando por dentro y por fuera, si habéis visto la saga de El señor de los Anillos, el Monte del Destino quema menos que yo…) Y fuera bromas, a eso hay que añadirle que no hay una zona de mi cuerpo que no me duela…
Antes de la operación, yo ya llevaba años sufriendo la perimenopausia, ansiedad, mucho calor por regla general (cuando yo siempre he sido friolera), caída del cabello, piel más seca, y otros muchos síntomas que he compartido con vosotras a lo largo del tiempo.
Hay cosas que se han frenado, como es el caso de la caída del cabello, pero hay otras que han empeorado, como es el caso de la sequedad vaginal o los problemas de piel.
¿Qué hago? Pues ir probando con productos naturales. Me hago infusiones de salvia, que sí me reduce los sofocos. Pero, cuidado, no cualquier salvia, tiene que ser Salvia Officinalis.
La Salvia officinalis se considera como una de las mejores plantas que cuenta con propiedades antisudoríficas y con estos fines se utiliza mucho en mujeres menopáusicas con sofocos. Unas horas después de la toma de esta infusión, la sudoración excesiva va disminuyendo, aunque no siempre funciona. Hay que hacer descansos porque el cuerpo también se acostumbra. Si no te gustan las infusiones, también existen cápsulas de esta variedad de Salvia, pero su precio es considerablemente más elevado que si compras una bolsa de esta planta en su versión más natural.
Para que te hagas una idea, en una herboristería te puede salir una bolsa de 40 gramos de hojas secas para infusión por unos 2,40 euros, y un bote de 30 cápsulas medianamente buenas puede costar unos 15 euros… Considerando que con esa bolsa te puedes hacer más de treinta bebidas, merece la pena hacerse una infusión, a la que puedes añadir, un poquito de Hierba Luisa (para los nervios) u otro tipo de planta que te guste.
También tomo suplementos de colágeno con magnesio, y procuro llevar una alimentación rica en fibra, y recomendado por mi ginecóloga, complejo de vitamina B.
Y si hay algo que ya no falta en mi dieta diaria (voy alternando, porque tienen muchas calorías) son los higos secos (para prevenir la osteoporosis) y los frutos secos naturales (sobre todo almendras, porque tienen más calcio que un vaso de leche).
Por otro lado, estoy yendo a una fisioterapeuta del suelo pélvico, que me está ayudando a fortalecer el suelo pélvico, porque ahora está más débil y tiene que sujetar más órganos que antes… Aunque os parezca extraño, pero es así. Antes, la zona de útero, ovarios y trompas de falopio, servía de sostén, junto a los músculos de la vejiga, del resto de órganos, pero ahora el suelo pélvico tiene que soportar que el resto de órganos se repartan esa zona, por lo que hay un mayor esfuerzo a la hora de que se pueda formar un prolapso genital.
Y esto es algo que, aunque no hayáis pasado por una histerectomía os recomiendo sin lugar a dudas.
¿Por qué es tan importante cuidar la salud del suelo pélvico?
Es fundamental cuidar la salud del suelo pélvico debido a su relevancia en el bienestar general de las personas, especialmente en las mujeres. El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen los órganos ubicados en la cavidad pélvica, como la vejiga, el útero y el recto. Mantener esta zona en buen estado es crucial por varias razones.
En primer lugar, un suelo pélvico fuerte y saludable contribuye a prevenir problemas como la incontinencia urinaria, tanto en mujeres como en hombres. Al fortalecer estos músculos, se reduce el riesgo de pérdidas involuntarias de orina, lo cual puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona.
Además, cuidar la salud del suelo pélvico es esencial para prevenir y tratar otros trastornos comunes, como el prolapso de órganos pélvicos, que ocurre cuando uno o más órganos descienden de su posición normal y presionan contra la pared vaginal. Esto puede causar molestias, dolor y dificultades en las funciones cotidianas.
Otro aspecto importante es que un suelo pélvico debilitado puede influir en la vida sexual de una persona, disminuyendo la sensibilidad y el placer durante las relaciones íntimas. Al mantener esta área en buenas condiciones, se favorece una mejor salud sexual y se previenen posibles complicaciones relacionadas con la intimidad.
En resumen, cuidar la salud del suelo pélvico no solo impacta en la funcionalidad de los órganos pélvicos y en la prevención de trastornos como la incontinencia urinaria o el prolapso, sino que también influye en la calidad de vida general y en la salud sexual. Por tanto, es fundamental prestar atención a esta parte del cuerpo y realizar ejercicios específicos para fortalecerla y mantenerla en óptimas condiciones. ¡Tu bienestar integral depende de ello!
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